El primer encendedor a prueba de niños.

A principios de los noventa pusimos a los niños en el centro de nuestras decisiones y decidimos hacer nuestros encendedores a prueba de niños. A mediados de los noventa se convirtió en algo obligatorio para toda la industria estadounidense. En 2002, la Comunidad Europea siguió su ejemplo.

Una llama fija.

La consistencia es la clave y hay que evitar cualquier sorpresa desagradable cuando se trata de la seguridad. Con la ayuda de nuestra tecnología de llama fija, disponemos de un sistema fiable que garantiza que todas las llamas tengan siempre la misma altura perfecta.