El fuego está en el epicentro de esta plataforma femenina de sopladores de vidrio. Su mayor objetivo es cambiar las normas y transmitir una tradición milenaria. Sólo que esta vez es más juguetón y vanguardista.
-Jonna Dagliden Hunt
Un remolque de coches entra en un suburbio de Estocolmo. No es el normal lleno de chatarra: este remolque está pintado de rosa con unicornios y grandes llamas que atraviesan la palabra ¡BUM! Parece algo sacado de un cuento infantil; un cofre del tesoro lleno de... vidrio, un horno industrial y herramientas para soplar. El estudio móvil de vidrio "Spajsy" del colectivo sueco de mujeres vidrieras BOOM! se creó, de hecho, para hacer más accesible a niños y adolescentes la milenaria tradición sueca del vidrio.
"Queríamos mostrar cómo funciona el proceso, crear un interés por el material y dar a los niños y adolescentes la oportunidad de probarlo, especialmente en zonas socioeconómicamente vulnerables. También queríamos demostrarnos a nosotros mismos que podemos construir un horno desde cero. ¡Así que hicimos un curso de soldadura, colocamos los ladrillos por dentro y pusimos aislamiento alrededor", dice Matilda Kästel, que junto con Ammy Olofsson, Nina Westman, Erika Kristofersson Bredberg y Sara Lundkvist forman BOOM!
De los cientos de fábricas de vidrio que había en Småland, el epicentro de la tradición vidriera sueca, en la década de 1900, a las 13 que quedan. Ahora, una nueva generación de artistas del vidrio renueva la tradición.
"Queremos que el vidrio sea un material más accesible", dice Kästel, cuya familia tiene una larga tradición en el soplado de vidrio, con raíces en Alemania. Ella lo está llevando más allá, añadiendo nuevas energías y perspectivas al oficio.
"Muchas cristalerías luchan por su supervivencia, entre otras cosas por el aumento de los costes de producción. Por eso es más importante que nunca compartir nuestro oficio".
Las propiedades calientes y resplandecientes del fuego, explica Kästel, son el punto de partida de todo, ya que todos los hornos y antorchas se encienden con él.
Desde fundir el vidrio, hasta formar el vidrio con bloques de madera o papel de periódico y calentarlo de nuevo en el hueco de la gloria.
"Es un material increíble para trabajar. Todo está increíblemente caliente. El fuego está siempre presente, lo que te obliga a estar también presente. Tienes que pensar en cómo te mueves y qué llevas puesto", dice y añade que el vidrio es tan inmediato: suave cuando empiezas a trabajar con él, y cuando la temperatura se enfría, muy duro y afilado.
El olor a papel de periódico quemado, la temperatura caliente, la luz en la cristalería. Todos los sentidos están incluidos en el proceso de soplado de vidrio. "Hay muchas cosas que te afectan sensorialmente y que me pierdo si no soplo el vidrio", dice Kästel.
Tras conocerse en la escuela de arte, los cinco artistas decidieron unir sus fuerzas con un simple propósito: romper las normas y tradiciones asociadas al oficio. "Nos esforzamos por ser más lúdicos cuando nos reunimos y trabajamos con el vidrio. Esto incluye el uso de la tecnología para crear instalaciones en movimiento. Hay mucho que explorar", dice Kästel, y destaca que cada uno de ellos tiene una identidad propia.
Mientras que las esculturas de Kästel cuestionan el papel del cuerpo y utilizan materiales contrastados, como la silicona, para que el vidrio sea aún más distintivo, Sara Lundqvist se inspira en la espiritualidad y la ciencia ficción cuando crea sus poéticas piezas. A Erika Kristofersson Bredberg le encanta el proceso de soplado del vidrio y los patrones que deja, a Nina Westman le interesa capturar la naturaleza frágil de los humanos con la naturaleza frágil del vidrio, y a Ammy Olofsson le inspira explorar contrastes como la artesanía tradicional y la nueva tecnología.
El grupo también crea obras de arte en conjunto para exposiciones específicas a las que son invitados, como las recientes exposiciones en el Centro de Artes del Norte de Noruega, y en La Fábrica de Vidrio en Boda, Småland.
Lo que une a los artistas es su pasión compartida, que es crucial para poder continuar.
"Si hay algo que realmente necesitas como artista es un impulso. Necesitas una ambición para avanzar. Para mí, eso representa una cierta chispa que en una etapa temprana de la vida te das cuenta de que tienes", dice Kästel. "Nos necesitamos mutuamente para apoyarlo".
Hechos
BOOM! es un grupo femenino separatista que trabaja exclusivamente en vidrio y está formado por las artistas Matilda Kästel, Ammy Olofsson, Nina Westman, Erika Kristofersson Bredberg y Sara Lundkvist. Juntas quieren compartir sus habilidades y experiencias y desarrollar ideas, montar exposiciones y entablar colaboraciones.
En junio de 2021 acompañamos a Elle Nikishkova, la experta sueca en vida natural, a pasar una inolvidable jornada en el archipiélago estocolmés.
El silencio. Eso es lo primero que advertimos al llegar a nuestro destino. Ausencia total de sonidos de factura humana; solo una ligera brisa en las copas de los árboles y el trino de los pájaros. El leve olor a algas revela la cercanía del mar, justo detrás de esa pequeña colina. Es muy de mañana y todavía hace un poco de frío, pero pronto el sol nos calentará desde las alturas del despejado cielo. Probablemente, en pocas semanas habrá más gente por estos lares con la intención de darse un refrescante chapuzón en el Báltico. Pero hoy solo estamos nosotros. Nos hemos adentrado en el archipiélago de Estocolmo tanto como se puede hacer en automóvil. Resulta asombroso que nos hallemos a menos de una hora por carretera del centro de la ciudad.
Elle descarga el vehículo mientras revisa cada uno de los artículos. Cuencos. Comprobado. Cucharones. Comprobado. Fogón. Comprobado. Sartén. Comprobado. Encendedor. Comprobado. Igual que a la hora de preparar la comida en tu cocina, necesitas tener tu equipamiento listo para cocinar al aire libre. Pero estamos en buenas manos. No es la primera vez que Elle lo hace. De hecho, es su pasión en la vida e invierte toda su creatividad en aprovechar al máximo lo que la naturaleza le brinda. Que es mucho. Elle nos informa de que en Suecia hay como mínimo 150 hierbas y plantas silvestres comestibles. Bastantes de ellas, también apetecibles. Por no mencionar los numerosos tipos de setas. Suele deshidratar buena parte de lo que recoge para llevarlo consigo a sus excursiones invernales.
Damos con un buen lugar donde sentarnos: sobre un trozo de roca cercano al agua. A primera vista parece de color “gris” macizo, pero mirándola más de cerca apreciamos que se trata más bien de una mezcla de mica resplandeciente, cuarzo brillante, gneis de color rosa y granito gris con manchas de liquen negro, verde y también gris. Donde toca el agua, la roca está cubierta de algas marinas de color verde claro, casi fluorescente. Más alto sobre la ladera se observan pequeños charcos con algas muertas, probablemente a causa de una reciente tormenta.
Permanecemos un rato sentados mientras observamos en silencio el mar, las suaves olas y la chispeante superficie del agua. Más allá de la costa, una isla tras otra refulge bajo el luminoso sol estival en colores que oscilan del verde musgo al gris claro para luego fundirse en el cielo a la distancia. Sentarse junto al mar para dar sorbitos a una taza de café caliente recién hecho es, sin duda, una de esas cosas sencillas de la vida que uno debería apreciar en mayor medida.
Examinamos el mapa en busca de un lugar donde preparar la cena sobre una hoguera. Una playa situada a poca distancia a pie se antoja como una opción perfecta. Elle irá en kayak y el resto atravesaremos el bosque caminando hasta llegar allí. Nuestra guía coloca el kayak sobre el agua y se pone en marcha. Aparte de un velero en la distancia, su kayak es la única embarcación visible. Bajo la superficie hay percas, lucios y, probablemente en esta época del año, también arenque del Báltico. Los aperos de pesca forman parte, por supuesto, del kit de herramientas de los expertos en vida natural. Sin embargo, hoy no vamos a pescar. En su lugar, nos hemos traído todo lo necesario para preparar una deliciosa comida y Elle nos va a mostrar cómo cocinarla sobre el fuego.
Mientras Elle rema en dirección a la playa acordada, nosotros damos con un estrecho sendero a través del bosque para llegar a dicho punto. El camino está cubierto por una gruesa capa de agujas de pino que transmiten a nuestros pies una suave y agradable sensación. A ambos lados advertimos pinos y enebros, algunos de los cuales no han sobrevivido a los temporales de la zona y han devenido retorcidas figuras de madera muerta con un reluciente color plateado.
Al llegar a la playa nos da la bienvenida un fuego crepitante. “Con toda probabilidad, la capacidad de hacer fuego constituye la habilidad de vida exterior más importante a dominar”, comenta Elle. Las fogatas son algo profundamente arraigado en la naturaleza humana. Llevan con nosotros varios cientos de miles de años y nos han acompañado hasta la edad moderna. Aparte de ayudarnos a cocinar nuestros alimentos, una hoguera nos mantiene calientes y, por supuesto, brinda un lugar maravillosamente acogedor donde congregarse y socializar.
"Con toda probabilidad, la capacidad de hacer fuego constituye la habilidad de vida exterior más importante"
El día ha trascurrido demasiado rápido y atardecerá pronto. Disfrutamos ahora de una deliciosa comida y, de hecho, nos sentimos hambrientos tras un precioso día junto al mar. No podemos evitar pensar que cocinar en el exterior tiene algo muy especial, como también lo tiene comer afuera. Y sentarse cerca unos de otros contemplando cómo las cálidas y vibrantes llamas proyectan sombras sobre los alrededores supone una experiencia hipnotizadora y una forma perfecta de relajarse. ¿Se puede pedir más?
Aunque estamos muy contentos de que se ponga en contacto con nosotros, nos gustaría que supiera que actualmente estamos en más de 140 países y recibimos muchas consultas. Así que, por favor, tenga paciencia y nos pondremos en contacto con usted lo antes posible. Que tenga un buen día!