En 1961 trajimos al mundo el primer encendedor desechable. Desde entonces, nos hemos visto impulsados a ir más allá y a establecer continuamente nuevos estándares para los encendedores. Creemos que nunca hay que perder esa chispa interior. Manténgala cerca y cultívela. Hazla crecer. Trae tu chispa.
Y las Historias que encienden el fuego interior serán recordadas.